«GURS, UNA EXTRAÑA SÍLABA, COMO UN SOLLOZO QUE NO CONSIGUE SALIR DE LA GARGANTA.» (LOUIS ARAGON)

A.D.A.R. quiere expresar su más intenso agradecimiento a nuestros hermanos de la AMICALE DU CAMP DE GURS, por darnos la oportunidad de estar presentes en la Avenida de los reclusos de Gurs, con un monolito que se inauguro en octubre de 2011.

A.D.A.R. y L’Amicale du camp de Gurs tienen muchos puntos en común. Asociaciones de benévolos, creadas para divulgar la historia al público. Para que el recuerdo de hombres, y mujeres no se pierda ni se olvide. Para que permanezca la voz de la defensa de la Libertad en el mundo entero.

GURS es hoy un pueblo tranquilo, situado en el Béarn, cerca de la frontera española, al norte de los Pirineos. El Campo de Gurs fue el mayor de los campos franceses. Se construyó para albergar a los españoles que huían de la guerra civil española, convirtiéndose a los pocos meses en un campo de concentración. Su capacidad inicial era de 18.500 personas, pero en total más de 61.000 almas fueron allí recluidas, entre los cuales 5.397 de nuestros aviadores de la República Española.

Más de 61.000 hombres, mujeres y niños a los que les fue brutalmente infligido el desgarro atroz de la privación de la dulzura de la vida, de la Libertad y de la compañía de sus seres queridos. Allí se encerró a todas las categorías de los considerados indeseables : 5.397 de la Aviación Republicana, 6.555 vascos civiles (los primeros en ser internados), 25.577 republicanos españoles, 6.808 voluntarios de las Brigadas Internacionales, 26.641 de Europa Central, los comunistas franceses, los gitanos, los exiliados sin papeles, los judíos extranjeros e incluso 1.400 resistentes franceses.

En GURS, los barracones «K-L-M» fueron asignados a los Aviadores de la República Española. Se reconstruyeron algunos de los barracones entre los cuales esta hoy el barracón «K». Si tienen ocasión, la visita al campo de Gurs, resulta ser un viaje cultural por la historia, muy emotiva y muy instructiva. En Gurs queda el recuerdo de la brutalidad, la cobardía y la indiferencia hacia la injusticia y el sufrimiento humano, que golpeó entre otros muchos, a nuestros 5.397 aviadores de la República allí recluidos.