Al finalizar la Guerra Civil, todos los miembros de la Aviación de la República comenzaron un largo calvario. Los que quedaron en España vieron incoados procesos «judiciales» que alargaron aún más su confinamiento en campos de concentración y cárceles, para encontrarse a su salida con la obligación, en muchos casos, de volver a realizar el servicio militar en compañías «disciplinarias o especiales». Además de eso, a muchos de ellos se les vetaban los puestos de la administración y no se les reconocían sus títulos académicos. Se encontraban desamparados en la dura posguerra, en unión de sus compañeras para mantener a sus familias. Valientes mujeres de la Gloriosa que compartieron y sufrieron también la prisión, el exilio, los trabajos forzados o simplemente su viudedad. Desde aquí nuestro respeto a las más grandes heroínas, nuestros apoyos, nuestros sustentos, nuestras amadas…..

historia1   La invasión Nazi de 1941 los sumerge de nuevo en la guerra, esta vez mundial, y los republicanos españoles se ofrecieron a Moscú para luchar contra los nazis. Llegaba la hora de hacer pagar a las infames fuerzas hitlerianas sus crímenes deleznables contra la República. Son incorporados a la NKVD en unidades especiales de guerrilleros y posteriormente en la VVS (Fuerza Aérea soviética) donde combaten hasta el final de Guerra.

La mayoría de los aviadores huidos de España buscan refugio con sus familias durante la Guerra en el norte de Africa, donde sufrieron distintas penalidades. Acabada la II Guerra Mundial, la mayoría de los supervivientes se agrupa en torno a París y Toulouse, arropando al Gobierno Republicano en el exilio, que trasladó ahí su sede desde México. En 1952 se crea la Liga de Antiguos Aviadores de la República Española (LAARE), que prestó su apoyo, al igual que otras asociaciones, para que nuestros compatriotas rehicieran su vida en el exilio. En 1974 comienza a publicar el boletín informativo Alas Plegadas.

Otro numeroso grupo de aviadores consiguió embarcarse desde el norte de Africa hacia América, en su mayor parte a México, cuyo presidente, Lázaro Cárdenas, abrió los brazos junto al pueblo mexicano, a los exiliados republicanos, que se integran perfectamente en todos los escalones de la sociedad azteca, lo que permite la pervivencia de la camaradería entre los aviadores españoles, que culmina con la creación en los años 50 de la potente Asociación de Aviadores Republicanos Españoles (AARE), que publicaba un boletín del mismo nombre. Desde México, la AARE se propuso entrar en contacto con todos los miembros de la aviación republicana desperdigados por Europa, Africa, la URSS y, fundamentalmente, España. Los socios de AARE establecen una amplia correspondencia con LARE y los residentes en Europa, Africa, el resto de América y la URSS, estos últimos volvían poco a poco a España y se adherían a las diferentes delegaciones nacionales.

A partir de los 70, en España se gesta, a raíz de una serie de comidas de confraternidad en Valencia, Madrid y Benidorm, en las que también participan algunos aviadores «mexicanos», la Asociación de Aviadores de la República (ADAR), que se organiza en cuatro delegaciones: Centro-Noroeste-Canarias, con sede en Madrid y que publica el Boletín Icaro; Catalana-Norte-Balear, de Barcelona, con su Boletín Alas Gloriosas; Levante (Valencia) y Delegación Sudeste (Murcia) que aportaban noticias a los boletines mensuales de las delegaciones anteriores.

Con la llegada de la democracia a España, ADAR centra sus esfuerzos en la rehabilitación profesional y la obtención de las correspondientes graduaciones militares de los aviadores republicanos, lo cual se consigue en 1984.

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A partir de los 90, por ley de vida, las delegaciones comienzan a mermar. Tanto la AARE como la agrupación de aviadores de la URSS dejan de ser operativas ya que muchos de sus miembros habían fallecido o bien habían vuelto, por fin, a España, donde, al mismo tiempo, la Asamblea General de ADAR votaba a favor de la aceptación de personas que, sin ser aviadores o familiares directos de ellos, habían mostrado interés o clara simpatía por la historia aeronáutica nacional, aportando sangre nueva a las delegaciones. En 2003 se disuelven las delegaciones de Levante y Sudeste, cuyos socios se incorporan a la Catalana- Norte-Balear y Centro.

La refundición trae consigo la compilación de una ingente cantidad de material bibliográfico, gráfico y escrito que sirvió como base a la creación de un archivo con todas las fuentes documentales, orales y escritas, que nuestros socios quisieran aportar, siendo esta página web el destino público de este material, al alcance de quien lo desee.

Así se conserva para la posteridad, para las generaciones futuras, los historiadores y la aeronáutica nacional española la actuación de los Aviadores de la República, llena de honor y sufrimiento. La historia de unos hombres y mujeres que amaron su patria y a sus compatriotas, sus derechos y sus libertades mas allá de lo imaginable, hasta su último suspiro, hasta la última gota de su sangre.